lunes, 17 de noviembre de 2008

Casa R

Este proyecto nació de una conversación informal, hace ya más de tres años atrás. mi amigo Rene Reyes nos comentó que se había comprado un terreno en el Cajón del Maipo, y que estaba muy emocionado por la situación geográfica y el paisaje del mismo. Lleno de árboles y con una pendiente considerable le parecía el escenario natural perfecto en el cual perderse de la ciudad, acampar y pasar más de un día recorriendo la extensión del mismo [6,000 metros cuadrados].

El terreno, inmerso en un loteo compuesto por alrededor de unos 20 sitios similares aún sin construcciones, presentaba una proporción exageradamente larga y angosta [200 m x 25 m] y una pendiente casi imposible de manejar. Dado su entusiasmo por dominar el lugar, su intención de acampar esporádicamente en él y su casi cero presupuesto, se nos ocurrió la idea de diseñar una arquitectura personal, sólo para él, pero no como una casa si no a la manera de una tienda de campaña que le permitiera colonizar de un modo más estable, como un acto primario del hombre por asentarse entre en medio del bosque.

Ejecutada enteramente con materiales de Home Depot y construida prácticamente a mano esta obra surge desde lo local pero utilizando un vocabulario global. Buscamos aprovechar al máximo los escasos 50 metros cuadrados de terreno edificable. Mediante una envolvente blanca que se pliega ortogonalmente se genera una única habitación de 40 metros cuadrados. El programa de servicio queda alineado en la fachada norte, dentro de una pantalla habitable de 1.30 m x 8.00 m, confinando los recintos de cocina y baño a la manera de un closet que al cerrarse libera el máximo posible de superficie para un uso flexible.

La cubierta sirve a su vez de terraza. El manto continuo deja una abertura de 8 metros de ancho por donde se observa el valle desde un interior protegido y ofrece una planicie sobre el bosque en un exterior sobre-expuesto con insuperable soleamiento y dominio visual, protegido del fuerte viento poniente por un muro de 8 x 4 metros.

El todo generado mediante el uso de un único plano ofrece diversidad de acciones, casi como un mueble. La ortogonalidad "low tech" de bajo costo contrasta en el paisaje de manera radical y dibuja una señal a la distancia que refiere al hombre y su necesidad apremiante, espontánea e imperfecta de habitar.

Por Carlos J. Vial

Más información, imágenes y planos en:
Casa R / Abel Erazo - Nicolas Norero

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